La acción antiséptica del cresol combinada con la acción germicida y fijadora del formol, hacen del Formocresol un antiséptico de baja toxicidad a los tejidos periapicales. En odontopediatría, es considerado actualmente el fármaco de elección en pulpotomías, ya que estudios recientes demuestran, disminuye la inflamación del tejido conjuntivo y permite su rápida recuperación.